Características de la radio como medio.
Influencias de las mismas en el mensaje
“La radiodifusión podría ser el más gigantesco medio de comunicación imaginable en la vida pública.”
Bertolt Brecht.
Bertolt Brecht propone una hipótesis de cómo sería la radiodifusión sino tendría como traba la unidireccionalidad que caracteriza al medio.
Plantea que sería el medio de comunicación más importante que pudiera dar lugar al feed back.
Las similitudes del esquema comunicativo que Bertolt Brecht esboza para el medio radiofónico y el modelo tradicional consiste en compartir los mismos componentes: emisor – medio – receptor.
En cuanto a las diferencias Brechat anexa a dicho esquema la posibilidad de que el receptor participe no sólo como escucha, sino también hablando, posibilitando así la comunicación.
Características que posee el medio radiofónico, según Prado.
Para Emilio Prado, la radio, en su organización tradicional, utiliza el esquema comunicativo clásico: emisor-medio-receptor.
Por una parte, esta estructuración presenta características como la unidireccionalidad, verticalidad y jerarquización que impiden la comunicación. Un medio organizado bajo dicho esquema no es un medio de comunicación sino un canal de distribución de mercancías-mensaje.
Por otra parte, bajo esta estructuración, el medio posee características que contribuyen a hacer de la radio el mejor y más eficaz medio al servicio de la transmisión de hechos actuales: inmediatez, instantaneidad, simultaneidad y rapidez. Además, entre ellas, la radio posee la capacidad para ser entendida por un público muy diversificado. En cuanto a la redacción radiofónica, otras características influyen en este medio: la falta de percepción visual entre emisor y receptor; la capacidad de sugestión que ejerce sobre el oyente, que tiene que crear mentalmente la imagen visual transmitida por la imagen acústica; el condicionamiento temporal se percibe en descodificación que es realizada por el oído y que sólo puede hacerse en tiempo presente; el “feed-back” o retroalimentación del sistema da cuenta de la bidireccionalidad simbólica que, en realidad, es sólo un “eco”.
Factores de eficacia del mensaje radiofónico
Claridad: en la faceta técnica y enunciativa.
Locución: natural, vocalización clara, entonación que representaría la expresión oral cotidiana, ritmo variado pero evitando que esa variación se vuelva constante, actitud cuidada en relación al oyente.
Claridad enunciativa redaccional: brevedad y sencillez en la expresión.
Comprensibilidad del mensaje informativo: utilizar un código comprensible por todos los niveles culturales.
Audibilidad: se debe realizar un esfuerzo para atraer la atención del
radioyente con recursos expresivos.
martes, 26 de mayo de 2009
lunes, 11 de mayo de 2009
Guión de Locución de efemérides del 18/05
L1: “Los dos somos culpables, tu por oprimir a mi pueblo y yo por querer libertarlo”.
L2: Estas fueron las palabras del Inca al representante del rey de España antes de ser asesinado.
L2: Se puede decir, sin duda alguna, que la historia de la independencia de Perú y de América Latina la inició Condorcanqui, más conocido como Túpac Amarú, en 1780.
L1: Su gigantesca rebelión contra los españoles, que en un principio fue sólo en busca de reformas, se convirtió luego en una rebelión dirigida contra la opresión y la injusticia reinantes.
L2: Ante los constantes abusos a los que los indios eran sometidos, principalmente al trabajo forzado en las minas en las que murieron millones de ellos, Túpac Amarú buscó en primera instancia negociar y conciliar con las autoridades españolas.
L1: En 1776 presenta una petición formal para liberar a los indios del trabajo en las minas, pero es negada desde Lima.
L2: Contando con el apoyo de su esposa Micaela Bastidas, cosechó segudores y consiguió movilizar un gran ejército de aproximadamente 60.000 personas, compuesto por hombres, mujeres y hasta niños. Inició su revolución el 4 de noviembre de 1780. Venciendo al ejército realista en la batalla de Sangarará.
L1: En lo económico, además de proclamar la desaparición de los tributos coloniales, Túpac Amarú, declaró la abolición de la esclavitud, y llamó a repartir las tierras de los españoles entre todos aquellos que se alzaran contra la dominación hispana.
L2: El 8 de enero de 1781 se enfrenta, sin éxito, al ejército enviado por el Virrey Jáuregui y Aldecoa, terminando prisionero.
L1: La razón de la derrota fue su debilidad clasista. Sólo eran un puñado, mientras la mayoría de la aristocracia indígena estuvo al lado de los españoles. Los criollos, algunos de los cuales simpatizaron en la etapa de preparación, terminaron abandonando el proyecto que sostenía el Inca.
L2: José Antonio Areche, condena un día como hoy pero del año 1781 a Túpac Amarú a presenciar la muerte de los miembros de su familia y luego a morir descuartizado.
L1: En el relato Muerte de Túpac Amarú, el escritor Eduardo Galeano narra el deceso del Inca.
L1: José Gabriel Condorcanqui Túpac Amarú, el último descendiente de los Incas, había sido ejecutado. Ejecutado sí, pero no derrotado.
L2: Las reformas que se establecieron dieron la razón al desaparecido rebelde. Eran el triunfo póstumo de una vida ansiosa de justicia.
L2: Estas fueron las palabras del Inca al representante del rey de España antes de ser asesinado.
L2: Se puede decir, sin duda alguna, que la historia de la independencia de Perú y de América Latina la inició Condorcanqui, más conocido como Túpac Amarú, en 1780.
L1: Su gigantesca rebelión contra los españoles, que en un principio fue sólo en busca de reformas, se convirtió luego en una rebelión dirigida contra la opresión y la injusticia reinantes.
L2: Ante los constantes abusos a los que los indios eran sometidos, principalmente al trabajo forzado en las minas en las que murieron millones de ellos, Túpac Amarú buscó en primera instancia negociar y conciliar con las autoridades españolas.
L1: En 1776 presenta una petición formal para liberar a los indios del trabajo en las minas, pero es negada desde Lima.
L2: Contando con el apoyo de su esposa Micaela Bastidas, cosechó segudores y consiguió movilizar un gran ejército de aproximadamente 60.000 personas, compuesto por hombres, mujeres y hasta niños. Inició su revolución el 4 de noviembre de 1780. Venciendo al ejército realista en la batalla de Sangarará.
L1: En lo económico, además de proclamar la desaparición de los tributos coloniales, Túpac Amarú, declaró la abolición de la esclavitud, y llamó a repartir las tierras de los españoles entre todos aquellos que se alzaran contra la dominación hispana.
L2: El 8 de enero de 1781 se enfrenta, sin éxito, al ejército enviado por el Virrey Jáuregui y Aldecoa, terminando prisionero.
L1: La razón de la derrota fue su debilidad clasista. Sólo eran un puñado, mientras la mayoría de la aristocracia indígena estuvo al lado de los españoles. Los criollos, algunos de los cuales simpatizaron en la etapa de preparación, terminaron abandonando el proyecto que sostenía el Inca.
L2: José Antonio Areche, condena un día como hoy pero del año 1781 a Túpac Amarú a presenciar la muerte de los miembros de su familia y luego a morir descuartizado.
L1: En el relato Muerte de Túpac Amarú, el escritor Eduardo Galeano narra el deceso del Inca.
L1: José Gabriel Condorcanqui Túpac Amarú, el último descendiente de los Incas, había sido ejecutado. Ejecutado sí, pero no derrotado.
L2: Las reformas que se establecieron dieron la razón al desaparecido rebelde. Eran el triunfo póstumo de una vida ansiosa de justicia.
Sinopsis Tupac Amaru
TUPAC AMARU II era el descendiente de Tupac Amarú I, el último Inca de Vilcabamba, quien fuera ejecutado en la plaza de Cuzco en 1572 por orden del virrey del Perú, Toledo.
José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Tupac Amarú II nació el 19 de marzo de 1738, en el pueblo de Tinta, en Cuzco. Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera.
Es educado por los Jesuitas en el colegio de San Francisco de Borja situado en Cuzco.
Encabezó la lucha que defendía a los incas de los abusos cometidos por los españoles y esta fue la causa de su ejecución.
José Gabriel Condorcanqui, más conocido como Tupac Amarú II nació el 19 de marzo de 1738, en el pueblo de Tinta, en Cuzco. Era el segundo hijo de Miguel Condorcanqui y de Rosa Noguera.
Es educado por los Jesuitas en el colegio de San Francisco de Borja situado en Cuzco.
Encabezó la lucha que defendía a los incas de los abusos cometidos por los españoles y esta fue la causa de su ejecución.
sábado, 9 de mayo de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
Trabajo Práctico Nº 1
La naturaleza del Medio
El medio radiofónico es un medio de comunicación que se expresa a través de la oralidad. Es uno de los medios con mayor alcance y penetración en la sociedad.
Es un instrumento para comunicar, por esto es muy importante saber de que forma se debe trasmitir para que el oyente escuche y entienda.
La radio impone ciertas reglas de juego e influye sobre el mensaje, y obliga a adecuarlo a sus características.
Se podría entender que la radio es una técnica y un arte porque: por un lado para hacer radio se necesitan conocer un conjunto de procedimientos y características específicas del medio; y por el otro implica habilidades, destrezas, imaginación y creatividad.
Las ventajas que menciona Kaplún en su texto son: amplia difusión popular; simultaneidad (refiere a la posibilidad de llegar a muchas personas al mismo tiempo); instantaneidad (sugiere que el mensaje radiofónico llega al oyente en el mismo momento en que se emite y se distribuye, sin necesidad de que intervenga ningún agente mediador); largo alcance (una emisora de radio de onda media, de buena potencia, puede cubrir un extendido ámbito); bajo costo per cápita (a diferencia de otros medios de difusión colectiva, la radio es el de menor costo); acceso directo a los hogares de los destinatarios (el mensaje radiodifundido llega al domicilio de cada usuario, sin que éste tenga que trasladarse para recepcionarlo).
Limitaciones de la radio
Unisensorialidad: Debido a que la radio sólo emite sonidos, se vale de un único sentido, el oído, al cual se encuentra limitada. Esta unisensorialidad tiene consecuencias importantes que la limitan: 1) Peligro de fatiga: al estar centrada en un solo sentido y contar con una única fuente de estímulos (el sonido), la emisión radiofónica puede provocar la monotonía. 2) Peligro de distracción: al quedar la vista “sin alimentar”, los oyentes de radio deben concentrarse más para prestar atención a ese mensaje que sólo les llega por el oído; pero la capacidad humana de concentración tiene sus límites y puede producir en el auditorio distracción sensorial, sobre todo visual. Un ejemplo de ello puede ser la transmisión radial de una conferencia de prensa, sin editar.
Ausencia del interlocutor: Esta limitación es común a todos los medios masivos de comunicación. El interlocutor está del otro lado del receptor, no puede intervenir. No se reproduce una relación interpersonal directa. El comunicador no puede percibir la reacción de los oyentes; los radioescuchas, a su vez, no pueden hacer ninguna pregunta ni pedir que se repita alguna frase, ni controlar la velocidad de la exposición. Como consecuencias de esta limitación se plantea el problema de una comunicación unidireccional, en una sola dirección (el emisor se dirige al perceptor sin dejarle posibilidad de reciprocidad); esto lleva a otra cuestión, la situación de dependencia (el oyente depende únicamente del emisor). Dicha circunstancia puede ocasionar en el auditorio una oposición creciente hacia el mensaje y hacia el propio comunicador. Para ejemplificar esta restricción puede referirse al hecho de que, en un programa de radio, se haga uso de términos confusos y complejos provocando en el oyente distracción y una posterior oposición a la programación.
Fugacidad: el mensaje radiofónico es efímero, se inscribe en el tiempo. No es posible al perceptor volver atrás y releer lo que no logró aprehender, como sucede en el mensaje escrito. El oyente se “desconecta” porque no puede seguir el resto de la exposición. Esto impone la necesidad de ser reiterativos por radio, de repetir e insistir. Así, el mensaje radiofónico está sujeto a la “ley de la redundancia”. Pero esta exigencia apareja dos consecuencias: la limitación de la información y el peligro de monotonía. La emisión de flashes informativos cada media hora en algunas radiodifusoras son ejemplos de la necesidad de reiterar para que, quienes escuchan radio, no se despeguen de ella por haber perdido parte de lo enunciado.
Auditorio condicionado: En una primera instancia podría enunciarse así: la gente está acostumbrada a oír radio más que a escuchar radio. Esto depende del nivel de atención y concentración ante el mensaje radiofónico. Los destinatarios de dicho mensaje oyen radio no sólo para formarse, sino también para informarse y sobre todo para entretenerse. Dentro de los factores que han contribuido a esta tendencia a la facilidad y al menor esfuerzo se encuentran: la transmisión de radio llega en cualquier momento hasta donde uno está con sólo accionar una perilla; con los modernos aparatos portátiles, la radio va con uno a cualquier parte; con una total facilidad y en un instante, si lo que se escucha no interesa o no gusta, se gira la perilla del dial y se cambia de estación; la radio es gratis. Así, el radioyente se ha acostumbrado a oír no sólo para pensar, sino para distraerse. Las consecuencias de esta limitación hacen referencia a la atención superficial del oyente, su inconstancia y limitada receptividad a los mensajes de cambio. A modo de ejemplo: un ama de casa, mientras realiza los quehaceres de su hogar, escucha radio para distraerse, entretenerse y, en algún punto, también para informarse.
La radio condiciona el mensaje tanto negativa como positivamente, ofreciendo posibilidades de realizar una tarea efectiva, siempre que éstas sean conocidas y empleadas correctamente por el comunicador.
Las posibilidades de la radio mencionadas por Kaplún son:
Poder de sugestión: la eficacia del mensaje radiofónico depende en gran medida de la riqueza sugestiva de la emisión, de su capacidad de sugerir, de estimular la imaginación del oyente con una variada propuesta de imágenes auditivas. Hacer ver a través de los oídos. Por ejemplo: si decimos que “una hora antes que el sol glorioso se asomase por los balcones del oriente, fue cuando, inquieto, salí a pasear al campo rodeado de mariposas saltarinas que todo el camino me acompañaron”. Escuchando esto, el oyente si se remonta a lo descrito, atenderá el mensaje, lo retendrá y lo asimilará aunque le llegue a través de un solo sentido.
Comunicación afectiva: la auténtica comunicación radiofónica debe tener un componente afectivo, debe movilizar no sólo el estrato pensante del perceptor sino también su estrato emocional. Si digo “Un cuarto sombrío, sólo acompañado por el resplandor de unas velas que atinaban a iluminar el rostro entristecido de una niña que lloraba alrededor de un féretro al cuerpo ya adormecido de su madre”, este relato puede producir en el oyente diferentes emociones, ya sea pena, tristeza o dolor.
Empatía: es en base a la empatía, a nuestra capacidad de asumir la situación y el universo mental de nuestro destinatario, como éste, sintiéndose reflejado y comprendido, podrá superar la sensación negativa de unidireccionalidad. Cuando encontramos a alguien con el que nos entendemos bien, decimos que sintonizamos, y así también pasa en la radio. Por ejemplo un sacerdote que tenía un espacio radial en el que daba su comentario respecto de lo sucedido en la semana, tenía presente, según decía, a los practicantes que iban a su iglesia, y hablaba para ellos, se preguntaba si entenderían lo que él decía o trataba de explicar y procuraba decir las cosas de manera que sean comprendidas por ellos y llegarles.
Relación de identificación: el público se identifica con determinados locutores, artistas, personajes o programas de radio, y establece con ellos una relación afectiva que hace que concentre su atención en lo que escucha. Por ejemplo los diferentes estilos radiofónicos a los que se identifican las personas de diferentes edades, cada uno tiene su gusto y preferencia. Las amas de casa, por lo general, mientras realizan los quehaceres del hogar, escuchan programas informativos. Los jóvenes buscan programas en donde predomine la música y el entretenimiento. Así cada uno se identifica con un estilo de programa.
Los formatos estáticos son modelos de radio esterotipados y rutinarios; la mayoría de las emisiones consisten en la mera lectura de un texto no adaptado al medio, conocido como monólogo o charla expositiva, es la forma más fácil de “hacer radio” pero sin lugar a duda la más aburrida, porque es difícil mantener la atención e interés del radioescucha, da poco espacio a la imaginación tornándose una comunicación impersonal; la reiteración de conceptos se torna “pesada”, y la música queda reducida a cumplir la función de pausa entre textos. Por todo esto la charla expositiva es la forma menos recomendada en comunicación radiofónica.
Los formatos dinámicos son: el diálogo, el radiodrama o comúnmente conocido como radioteatro, se caracterizan por se nobles medios de expresión.
Son los modos más eficientes para hacer uso del atributo del medio radiofónico: la sugestión, el poder de echar a volar la imaginación del oyente.
El diálogo es más atractivo que el discurso, porque sugiere, provocando la activando de la imaginación del que escucha, evitando así dar lugar a la distracción.
Utiliza la música, y los efectos de sonido, para hacer más expresivo el mensaje, generando una comunicación cálida y personal, que llega a la esfera emocional y afectiva.
En los diálogos es más fácil reiterar los conceptos sin caer en la monotonía.
Siempre se debe tener en cuenta que todo mensaje, debe ser “traducido”, re-elaborado y puesto en lenguaje radiofónico para que realmente funcione en el medio.
El medio radiofónico es un medio de comunicación que se expresa a través de la oralidad. Es uno de los medios con mayor alcance y penetración en la sociedad.
Es un instrumento para comunicar, por esto es muy importante saber de que forma se debe trasmitir para que el oyente escuche y entienda.
La radio impone ciertas reglas de juego e influye sobre el mensaje, y obliga a adecuarlo a sus características.
Se podría entender que la radio es una técnica y un arte porque: por un lado para hacer radio se necesitan conocer un conjunto de procedimientos y características específicas del medio; y por el otro implica habilidades, destrezas, imaginación y creatividad.
Las ventajas que menciona Kaplún en su texto son: amplia difusión popular; simultaneidad (refiere a la posibilidad de llegar a muchas personas al mismo tiempo); instantaneidad (sugiere que el mensaje radiofónico llega al oyente en el mismo momento en que se emite y se distribuye, sin necesidad de que intervenga ningún agente mediador); largo alcance (una emisora de radio de onda media, de buena potencia, puede cubrir un extendido ámbito); bajo costo per cápita (a diferencia de otros medios de difusión colectiva, la radio es el de menor costo); acceso directo a los hogares de los destinatarios (el mensaje radiodifundido llega al domicilio de cada usuario, sin que éste tenga que trasladarse para recepcionarlo).
Limitaciones de la radio
Unisensorialidad: Debido a que la radio sólo emite sonidos, se vale de un único sentido, el oído, al cual se encuentra limitada. Esta unisensorialidad tiene consecuencias importantes que la limitan: 1) Peligro de fatiga: al estar centrada en un solo sentido y contar con una única fuente de estímulos (el sonido), la emisión radiofónica puede provocar la monotonía. 2) Peligro de distracción: al quedar la vista “sin alimentar”, los oyentes de radio deben concentrarse más para prestar atención a ese mensaje que sólo les llega por el oído; pero la capacidad humana de concentración tiene sus límites y puede producir en el auditorio distracción sensorial, sobre todo visual. Un ejemplo de ello puede ser la transmisión radial de una conferencia de prensa, sin editar.
Ausencia del interlocutor: Esta limitación es común a todos los medios masivos de comunicación. El interlocutor está del otro lado del receptor, no puede intervenir. No se reproduce una relación interpersonal directa. El comunicador no puede percibir la reacción de los oyentes; los radioescuchas, a su vez, no pueden hacer ninguna pregunta ni pedir que se repita alguna frase, ni controlar la velocidad de la exposición. Como consecuencias de esta limitación se plantea el problema de una comunicación unidireccional, en una sola dirección (el emisor se dirige al perceptor sin dejarle posibilidad de reciprocidad); esto lleva a otra cuestión, la situación de dependencia (el oyente depende únicamente del emisor). Dicha circunstancia puede ocasionar en el auditorio una oposición creciente hacia el mensaje y hacia el propio comunicador. Para ejemplificar esta restricción puede referirse al hecho de que, en un programa de radio, se haga uso de términos confusos y complejos provocando en el oyente distracción y una posterior oposición a la programación.
Fugacidad: el mensaje radiofónico es efímero, se inscribe en el tiempo. No es posible al perceptor volver atrás y releer lo que no logró aprehender, como sucede en el mensaje escrito. El oyente se “desconecta” porque no puede seguir el resto de la exposición. Esto impone la necesidad de ser reiterativos por radio, de repetir e insistir. Así, el mensaje radiofónico está sujeto a la “ley de la redundancia”. Pero esta exigencia apareja dos consecuencias: la limitación de la información y el peligro de monotonía. La emisión de flashes informativos cada media hora en algunas radiodifusoras son ejemplos de la necesidad de reiterar para que, quienes escuchan radio, no se despeguen de ella por haber perdido parte de lo enunciado.
Auditorio condicionado: En una primera instancia podría enunciarse así: la gente está acostumbrada a oír radio más que a escuchar radio. Esto depende del nivel de atención y concentración ante el mensaje radiofónico. Los destinatarios de dicho mensaje oyen radio no sólo para formarse, sino también para informarse y sobre todo para entretenerse. Dentro de los factores que han contribuido a esta tendencia a la facilidad y al menor esfuerzo se encuentran: la transmisión de radio llega en cualquier momento hasta donde uno está con sólo accionar una perilla; con los modernos aparatos portátiles, la radio va con uno a cualquier parte; con una total facilidad y en un instante, si lo que se escucha no interesa o no gusta, se gira la perilla del dial y se cambia de estación; la radio es gratis. Así, el radioyente se ha acostumbrado a oír no sólo para pensar, sino para distraerse. Las consecuencias de esta limitación hacen referencia a la atención superficial del oyente, su inconstancia y limitada receptividad a los mensajes de cambio. A modo de ejemplo: un ama de casa, mientras realiza los quehaceres de su hogar, escucha radio para distraerse, entretenerse y, en algún punto, también para informarse.
La radio condiciona el mensaje tanto negativa como positivamente, ofreciendo posibilidades de realizar una tarea efectiva, siempre que éstas sean conocidas y empleadas correctamente por el comunicador.
Las posibilidades de la radio mencionadas por Kaplún son:
Poder de sugestión: la eficacia del mensaje radiofónico depende en gran medida de la riqueza sugestiva de la emisión, de su capacidad de sugerir, de estimular la imaginación del oyente con una variada propuesta de imágenes auditivas. Hacer ver a través de los oídos. Por ejemplo: si decimos que “una hora antes que el sol glorioso se asomase por los balcones del oriente, fue cuando, inquieto, salí a pasear al campo rodeado de mariposas saltarinas que todo el camino me acompañaron”. Escuchando esto, el oyente si se remonta a lo descrito, atenderá el mensaje, lo retendrá y lo asimilará aunque le llegue a través de un solo sentido.
Comunicación afectiva: la auténtica comunicación radiofónica debe tener un componente afectivo, debe movilizar no sólo el estrato pensante del perceptor sino también su estrato emocional. Si digo “Un cuarto sombrío, sólo acompañado por el resplandor de unas velas que atinaban a iluminar el rostro entristecido de una niña que lloraba alrededor de un féretro al cuerpo ya adormecido de su madre”, este relato puede producir en el oyente diferentes emociones, ya sea pena, tristeza o dolor.
Empatía: es en base a la empatía, a nuestra capacidad de asumir la situación y el universo mental de nuestro destinatario, como éste, sintiéndose reflejado y comprendido, podrá superar la sensación negativa de unidireccionalidad. Cuando encontramos a alguien con el que nos entendemos bien, decimos que sintonizamos, y así también pasa en la radio. Por ejemplo un sacerdote que tenía un espacio radial en el que daba su comentario respecto de lo sucedido en la semana, tenía presente, según decía, a los practicantes que iban a su iglesia, y hablaba para ellos, se preguntaba si entenderían lo que él decía o trataba de explicar y procuraba decir las cosas de manera que sean comprendidas por ellos y llegarles.
Relación de identificación: el público se identifica con determinados locutores, artistas, personajes o programas de radio, y establece con ellos una relación afectiva que hace que concentre su atención en lo que escucha. Por ejemplo los diferentes estilos radiofónicos a los que se identifican las personas de diferentes edades, cada uno tiene su gusto y preferencia. Las amas de casa, por lo general, mientras realizan los quehaceres del hogar, escuchan programas informativos. Los jóvenes buscan programas en donde predomine la música y el entretenimiento. Así cada uno se identifica con un estilo de programa.
Los formatos estáticos son modelos de radio esterotipados y rutinarios; la mayoría de las emisiones consisten en la mera lectura de un texto no adaptado al medio, conocido como monólogo o charla expositiva, es la forma más fácil de “hacer radio” pero sin lugar a duda la más aburrida, porque es difícil mantener la atención e interés del radioescucha, da poco espacio a la imaginación tornándose una comunicación impersonal; la reiteración de conceptos se torna “pesada”, y la música queda reducida a cumplir la función de pausa entre textos. Por todo esto la charla expositiva es la forma menos recomendada en comunicación radiofónica.
Los formatos dinámicos son: el diálogo, el radiodrama o comúnmente conocido como radioteatro, se caracterizan por se nobles medios de expresión.
Son los modos más eficientes para hacer uso del atributo del medio radiofónico: la sugestión, el poder de echar a volar la imaginación del oyente.
El diálogo es más atractivo que el discurso, porque sugiere, provocando la activando de la imaginación del que escucha, evitando así dar lugar a la distracción.
Utiliza la música, y los efectos de sonido, para hacer más expresivo el mensaje, generando una comunicación cálida y personal, que llega a la esfera emocional y afectiva.
En los diálogos es más fácil reiterar los conceptos sin caer en la monotonía.
Siempre se debe tener en cuenta que todo mensaje, debe ser “traducido”, re-elaborado y puesto en lenguaje radiofónico para que realmente funcione en el medio.
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